Carta a PAULINA PEÑA PETRELLINI por HECTOR ZAGAL

Despues de ausentarme tanto por cuestiones laborales, he regresado con este mail que me llego y que no puedo dejar pasar, es una carta de parte de Héctor Zagal a Paulina Peña Petrellini (hija de Enrique Peña Nieto), despues de que publicara en su Twitter un comentario defendiendo a su padre de las criticas recibidas por el error que cometio al confundir a los autores de unos libros.

 
Asi que les dejo la carta que le mando Hector Zagal


Carta a PAULINA PEÑA PETRELLINI por HECTOR ZAGAL


In Uncategorized on diciembre 7, 2011 at 3:39 am

No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?

Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.

¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?

Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!

“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.

Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?

Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.

Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?

Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.

Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.



Esto trajo como consecuencia mas burlas hacia la Pau (y digo la Pau por que asi habla la prole), por internet circula una carta de respuesta hacia el señor Zagal de parte de la Pau (que por supuesto ella no escribio, ella tiene quien escriba por ella) claro que es una broma pero ami parecer muy buena.

Aqui se las dejo



Sr. Zagal.

Yo Paulina Peña, no tengo ni idea de quién sea usted. No sé cómo pudo ubicarme al grado de mandarme una carta por internet, cuando yo no le he dado ningún mail. Entiendo su molestia al escuchar mi defensa a las críticas hacia mi padre, Enrique Peña Nieto, a quien espero que usted sí lo conozca y lo conozca muy bien por todos los miles de spots que se han transmitido con su imagen. Ah y por cierto, no son "gajes del oficio", como usted llama a esas cosas que se dicen de él, son críticas. Y nunca nos acostumbraremos a ellas porque mi padre no se lleva así con quienes lo criticaron, bueno no se lleva punto. Los funcionarios públicos, como usted llama a los señores que trabajan como mi padre, son seres humanos con sentimientos y emociones y no sólo unas máquinas de ganar dinero o mucho dinero como usted dice. Los miles de pesos no evitaron que ofendieran a mi padre.

Respecto de su terror por haber usado la expresión "hijos de la prole", ¿le confieso algo? Yo pensaba utilizar una expresión mucho más fuerte como "hijos de la plebe", pero no quise discriminar a los millones de "ninis" que tal vez no conozcan ni se rocen con “la prole” por su misma condición de desocupados, ¿me entiende?; por lo que al referirme a “la prole” estaba yo reconociendo a la clase trabajadora que con su sueldo puede comprarse una computadora, un celular, un Ipad (aunque sea en el Buen Fin) o mínimo acudir a un café internet a chatear y a revisar su face, porque son ellos, los que sí producen, los que sí trabajan, a los que yo ubiqué perfectamente bien como los críticos de mi padre, en ningún momento me metí con los mineros ni mucho menos con la memoria de su padre Sr. Zagal. Acerca de las Ladies de Polanco la verdad no tengo el gusto eh, no sé en qué programa salgan y desconozco el altercado que hayan tenido con sus escoltas, así como también no veo ninguna relación (cero que ver Sr.) con lo que me dice de los tamales y el plomero esos pleitos no me incumben.

Mi padre por supuesto que ha leído la Biblia, pero si usted no me indica en qué página encuentro esa frase que me recomendó veo muy difícil que la podamos encontrar, porque tengo entendido que vienen ahí dentro muchas historias con capítulos, versículos y pasajes muy parecidos por lo que le pido señor si fuera tan amable, de que antes de ordenarme revisar una frase en un libro tan pesado, me proporcione muy bien la referencia en donde podamos encontrar esa cita.

También quiero decirle que si esos obreros y campesinos que comen tortillas ganan tan poquito, seguramente es por su mala suerte, porque la actual pareja de mi padre demostró con el último personaje que interpretó en la Televisión hasta dónde se puede llegar cuando se quiere, no le importó a La Gaviota pasar un sin número de dificultades para poder triunfar en la vida y terminar con el hombre que amaba. ¡Qué tristeza que así piense un señor que no conozco y que me escribe una carta!

Señor Zagal, ya leí las líneas que me dijo que leyera y ya revisé lo que traigo puesto y en buena onda, no sé qué pretenda con ese comentario respecto de los indígenas a quienes yo respeto mucho, porque sépalo, en la casa (su casa) tenemos como unos 12 que nos ayudan mucho con el jardín, la comida y la limpieza.

En relación a la arrogancia que me atribuye, en ningún momento las revistas Quién, Hola y Caras se han referido a mí como una persona que actúe de esa forma. Así que por favor le pido se disculpe por esa etiqueta que me quiere colocar a mí y a los de mi clase, como usted los llama.

Señor Zagal, los sacrificios que usted me sugiere respecto de inscribirme en una escuela pública, reducir mi escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerme a trabajar son asuntos que decidiremos entre el equipo de campaña, un ex Presidente, una Televisora, mi padre y yo señor, por favor no pretenda ir en contra de mis decisiones, porque eso es coartar mi libre albedrío, sépase que yo ya llevé la materia de etimologías y sé perfectamente a qué se refiere esa expresión "libre albedrío", así que gracias por su propuesta la tomaremos en cuenta, pero nada más.

Por último, yo no he puesto en riesgo el futuro político de mi padre. Eso sólo lo puede decir una encuesta, pero lo que es más grave es que me atribuya poner en peligro, en riesgo el futuro de México; ahora resulta que Paulina Peña es un peligro para México, sólo le recuerdo lo qué le pasó a un candidato que en este momento no recuerdo su nombre, al que lo tacharon como "el peligro para México", tengo entendido que ese candidato no le hizo nada al país y a pesar de todo lo que lo atacaron, creo que la gente lo apoya.

Atte.
Paulina Peña Pretellini.