Cuenta una terrible historia que no puedo asegurar que sea verídica, que hubo una terrible época de mortandad en aquel territorio y que los cuerpos eran inmediatamente sepultados al momento de declararlos muertos por temor a una epidemia o se propagase las causas de la muerte. Se cree que muchas personas fueron sepultadas aún con vida y al momento en que regresaban de su estado cataléptico, se encontraban sepultados. Se cree que a eso se deba la mueca de dolor y desesperación que llevan muchas de las momias de Guanajuato, pues no tenían más remedio que morir sepultados en vida por asfixia, desesperación y angustia.
Se cree que esto sucedió en tiempos del año 1833, cuando el Colera Morbus desoló el Estado y gran parte del país. Y tantas las muertes que se abrían panteones por doquier. En la exhibición de estas momias encontraras cadáveres de hombres, mujeres y niños. Lo sorprendente es que la momificación, a diferencia de otras culturas en las cuales preparaban los cadáveres para la resulta de este efecto, pues en Guanajuato es un proceso natural, debido a las propiedades de su suelo.
