Chamarras con cargador solar

Con el propósito de contribuir a mejorar el medio ambiente un grupo de cinco estudiantes de sexto semestre de bachillerato, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron una chamarra con cargador solar que alimenta de energía a dispositivos móviles como celulares, tabletas y reproductores MP3.

En entrevista exclusiva, Alfredo Adrián Contreras Arciga, de 19 años, uno de los inventores explicó que el proyecto surgió a partir del programa llamado Poliemprende.

Señaló que les llevó seis meses poder tener la prenda. “Queríamos hacer un producto ecológico y a partir de esa idea realizamos un estudio sobre los objetos que más consumían electricidad utilizados por los jóvenes”.

En el análisis se hizo con base en la población que promedia entre 15 y 22 años, y ese sector los gadgets que más usa, que consumen energía, son celular, reproductor MP3, Ipad, Iphone y dispositivos móviles como la Black Berry.

Partiendo de esta información, se dieron a la tarea de encontrar un cargador de batería conectado a una celda solar, que convierte la energía que recibe del sol a calor o energía eléctrica.

“De inmediato cuando se coloca el dispositivo en la chamarra y el sol le esté dando, se nota que comienza a cargar”, dijo Alfredo. Requiere estar conectado seis horas para tener una recarga que asegure el funcionamiento del dispositivo móvil durante 12 o 14 horas.

La chamarra cuenta además con una lámpara de leds y radio, para utilizarse en caso de quedarse sin energía eléctrica durante un accidente o un sismo.

Los inventores son Karla Miranda Sánchez, Mayra Jazmín Torres Vargas, Jessica Ramírez Castillo, Asgard Hernández Becerra y Alfredo Adrián Contreras Arciga, estudiantes de Técnico en Mercadotecnia, del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT-14) “Luis Enrique Erro”.

Pese a que es un invento de estudiantes del Poli, aún no cuentan con patente y para ello, los cinco jóvenes de manera independiente buscan un patrocinador.

La autoridades del IPN les ofrecieron integrar el proyecto a la “Incubadora”, que integra el producto a una lista de otros realizados en el Instituto que se ofertan a empresas o a inversionistas interesados en patentes. Para entrar al programa, necesitan pagar una cuota, que no alcanzan a cubrir.

El proyecto fue costeado por los alumnos y sus familias. Cada chamarra representa un costo en producción de mil pesos.

Cuenta con cinco diferentes entradas de conexión para los diversos dispositivos electrónicos en el mercado a fin de cubrir las necesidades de las marcas comerciales más utilizadas por los jóvenes.

Como el proyecto se realizó en diciembre, desarrollaron una prenda para el frío.

Cuentan con varios modelos, para hombres y mujeres, de pluma de ganso, algodón, tipo chaleco con gorro o sin él. En colores rojo, negro, morado o lo que el cliente pida.